El terror de los patinadores

- Los skaters de Antoniutti se quejan del mal estado de este skate park. Nueve años después de que se construyera, denuncian que la pista está en tan mal estado que las caídas por culpa de los boquetes del suelo son habituales.

ANTONIUTTI, sábado por la tarde. Se escucha el ruido de

decenas de ruedas rodando por el asfalto de la pista de skate del parque. Más de cien personas patinan en 400 metros cuadrados. Pocos metros para tanta gente, según dicen los skatersque aprovechan su tiempo libre haciendo piruetas en el parque. "Esta es la única pista de Pamplona".

Hay más a las afueras, en Mendillorri, Zizur Mayor, Ansoáin o la Chantrea, pero no son buenas y todo el mundo viene aquí", explica Eneko Navarro Mellado.Este pamplonés de 26 años es un biker habitual de este skate park". "Vengo aquí desde que se hizo la pista y hay agujeros que están desde el principio. Nunca los han arreglado", comenta. Se refiere a dos agujeros que hay en el suelo y que son el terror de los patinadores.

Y es que este "skate-park" se creó en 1999 y la sensación entre los usuarios es que, desde entonces, ha sido olvidado. Así lo afirman los skaters que lo frecuentan, que se quejan de que "últimamente, todas las caídas han sido porque el suelo está mal, y eso se puede evitar", como cuenta Rodrigo Cebrera Pechado, un uruguayo de 20 años que recientemente, en octubre, sufrió un accidente al quedarse enganchado su monopatín en dos agujeros del suelo. Pero no fue el único, ya que ese fue un fin de semana ajetreado: "Vinieron en total tres ambulancias por caídas. Se cayó un chaval y, mientras le estaban atendiendo, se la pegó otro", cuenta Navarro.

Además, los patinadores denuncian las pintadas que se hacen en las paredes de la bañera, porque "nadie las limpia". El Ayuntamiento pinta encima, pero la pintura se va fastidiando, hace grumos y el patín no desliza. Además son cuatro garabatos", señala Javier Ducha Irujo, patinador de 30 años que es ya un veterano en el deporte. Ducha también ha sufrido las conse

cuencias del mal estado de la pista y asegura que muchas veces han sido las protecciones lo que le han salvado de romperse las muñecas.

De momento, los patinadores van tirando con arreglos caseros: "Nosotros hemos intentado arreglarlo con cemento que compramos o que nos

deja algún amigo. Rellenamos las grietas, pero como patinan todo el rato no se seca bien. Lo hemos hecho ocho veces en tres años", explica el veinteañero Andrés Beltrán Jaime, un colombiano adicto a las ruedas que lleva seis años disfrutando de la pista. "Vamos a actuar", cuenta Beltrán, "llamaremos al 010, sobre todo después del golpe de Rodrigo".

Pero los desperfectos no impiden que la pista sea lugar de encuentro para c

ientos de personas los fines de semana. Además de la colección de heridos que alberga la pista, en Antoniutti se pueden encontrar patinadores de todas las edades, desde los seis años hasta los treinta; y "skaters" de Pamplona y alrededores ( San Jorge, Barañáin, Zizur...). También familias que deciden pasar la tarde en el parque y se entretienen con las piruetas y cabriolas de estos acróbatas de las ruedas. Por eso, estos chicos lo tienen claro: "Siempre se dice que los chavales no hacemos deporte, que no hay actividades para nosotros, pues aquí sí se hace, por eso tienen que cuidarlo", reivindica el patinador Víctor Asensio López de Abechuco, de 14 años. Ducha por su parte añade que también "hay que usar la pista con cabeza" para que se mantenga: "Esto hay que cuidarlo porque le gusta a mucha gente. El skate es una cultura".